II.- El agua de la regadera caía sobre mi cuerpo.
Cada gota sabía a sal. En el espejo se reflejaba la luna llorando,
sus lágrimas caían sobre mí. No el agua.
Cerré los ojos un momento, él estaba ahí, otra vez.
III.- Mis pies se mojaban con la lluvia. Esa noche no me importó,
tenía que disfrutar del sueño; imaginar que cada gota
que caía sobre mí era una parte de él.
IV
Mi sombra lucha, pero jamás gana.
Se opone, aunque yo permito que él y su esencia
se adentren en mí.
V
Un beso en la mejilla y un abrazo interminables, como el sueño
donde los imagino. Nunca logro quedarme ahí,
siempre despierto.
VI
Encontré una fotografía junto a mi cama,
la observé, luego la metí en un cajón para que no se fuera,
como se fue él. Me aferré al recuerdo de su aroma.
Esta impregnado a mí. Mi sombra no escapa.
Queda atrapada en la fotografía junto a su imagen.
*Escrito en noviembre o diciembre de 1996 (tal vez).