Beso tu boca de miel
que calienta mi sangre;
derraman luz sobre mi alma
luna y estrellas.
Cubriendo con tus manos
mi piel que te espera,
muriendo un instante y
colapsada por una tormenta.
Y la noche se enciende,
el universo conspira
y la muerte es vida
contenida en un suspiro.
Condeno mis labios a ti
que apagas mi respiración,
con el beso que me entregas
en el alba, con el sol.
*Escrito en marzo 2007, aproximadamente a las 11:30 am.
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