viernes, 2 de diciembre de 2022

Siempre en Noviembre

Tierno y sutil acarició mi vida.

Con bondad infinita curó soledades,

y golpes acaecidos.

Con paciencia recibió la impaciencia, 

el vaivén del juego, 

y el jalón de orejas de Bonita. 

Sin pedirlo, el corazón de quien lo conocía fue suyo. 

Y con ojos apacibles y llenos de nobleza, 

robaba miradas y sonrisas. 

Mi Nacho llegó para convertir sueños en realidades, como magia de verano hasta el final de sus días.

Otra vez en Noviembre. 


A mi Nacho. 

28 de noviembre de 2022

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